❥ 🇺 🇳 🇴 

Las invitaciones para la boda, ya habían sido enviadas, mi tía Lyra y su familia me habían llamado emocionados, menos mi tío Arturo y Armin, a ellos no les agradaba mucho la idea pero la aceptaban.

—Ashly Thea Mendoza y Edward Anthony Masen Cullen, junto con sus familias solicitan el honor de su presencia en la celebración de su matrimonio, sábado cinco de agosto del dos mil seis, a las cinco de la tarde, cuatrocientos veinte Woodcroft. Ave Forks Wa.—leí sonriendo.

—Ya van treinta veces que la lees.—informó Edward, sonriendo de igual forma.

—¿Treinta? Ay perdón, es que es tan hermosa que no puedo evitarlo.—chillé un poco con la invitación en mano.

—Lo sé, claro que lo sé.

—Obviamente, bien, ahora tengo que irme. La hadita me espera.—lo besé y luego bajé.

—¡Aly!—llamó Alice agarrándome del brazo y prácticamente jalándome, —¡Te tardaste mucho!

—¡Ya voy!—me solté cuando llegamos afuera.

—Póntelos.—ordenó extendiéndome unos tacones, los que usaría para la boda.

Hice caso, me los puse e inmediatamente me sentí más alta.

—Alice, estos tacos son un poco bastante más altos de los que siempre uso.—agarré el barandal para no caer.

—Te dije que los ablandaras.—regañó cruzándose de brazos.

—Los he estado ablandando.—excusé separándome del barandal y poniéndome frente a ella, tratando de explicarle, —Por tres días, pero nunca me los había puesto.

—Ajá ¿Viste? Ya lo tienes, solo necesitabas un pequeño empujoncito.—sonrió y tenía razón, ya estaba normal

—Pues que buen empujoncito.—dije algo irónica.

—¿Dónde los pongo?—preguntó Emmett cargando unos troncos.

—A los lados del pasillo.—contestó Alice.

—¿Cuál?—Rosalie también llevaba un tronco.

—¿Qué nadie tiene imaginación?—se quejó bajando las escaleras, para explicar dónde iban esos troncos.

Me quité los tacos y los puse a un lado, ordenados.

—Tú.—volvió Alice, —Vete a casa y duerme mucho, es una orden.

—Claro, mamá.—jugué un poco.

—Será la boda perfecta.—chilló emocionada.

—¿No te dije hace mucho tiempo que no entrarás así?—di un salto cuando Edward llegó a mi cuarto, de golpe, por la ventana.

—Si, tal vez lo mencionaste.—sonrió antes de agarrar mi cintura.

—Pues deberías recordarlo.—agarré sus brazos para no irme para atrás, aunque el no lo permitiría nunca.

—¿No te has arrepentido?

—No, creo que eso nunca va a pasar.—me senté en la cama.

—Aún puedes cambiar de opinión.—dijo mirándome fijamente, queriendo convencerme.

—¿Ahora lo estás reconsiderando?—alcé una ceja, su silencio me sorprendió, —Lo estás.

—No, he esperado un siglo para casarme contigo.

—Pero.—incité a que hable, —Pero...

—No te he dicho todo sobre mi.

—¿Qué? ¿No eres virgen?—intenté adivinar, irónicamente, solo escuché su risa y luego empezó a caminar por el grande cuarto, —No me vas a asustar ahora.

—Unos años después de que Carlisle me creó, yo empecé a revelarme.—contó parado mirando a la nada, —No me gustaba que controlara mi apetito, y por un tiempo me fui por mi cuenta. Quería saber lo que era cazar, probar sangre humana...todos los hombres que maté, eran monstruos, y yo también.

—Eddy eran criminales, piensa en todas las vidas que salvaste.

—Es lo que me decía a mi mismo, pero eran seres humanos, al morir yo veía a sus ojos y me veía a mi mismo. Y de lo que yo era capaz.

—De lo que yo seré capaz.—jugué con mi collar antes de voltearme a verlo, —¿Por qué me dices esto ahora? ¿Creíste que me harías cambiar mi opinión sobre ti?

—Podrías cambiar tu opinión sobre ti misma, a quien verás en el espejo dentro de un año...

Me paré y me puse frente a él, —Sé que puedo hacer esto, y te diré el por qué, porque tengo apoyo, te tengo a ti, y me tengo a mi. Puedo lograrlo si es que me lo propongo.

Me besó, pero escuché un ruido.

—¿Y eso?—dije al aire.

—Oye Romeo, vámonos.—escuché a Emmett silbar.

—Es mi despedida de soltero.—contestó jugando con mi cadera.

Vi a Emmett colgado de mi ventana sonriendo divertidamente, —Mándalo para acá, Aly, o entraré a buscarlo.—saltó de nuevo hacia abajo.

—Y en esta fiesta ¿Habrán mujerzuelas?

—No, solo un par de pumas, o tal vez un oso.

Jasper ahora estaba colgado de mi ventana, sonriendo, —No te preocupes, regresará a tiempo.

—Eso espero.—pedí y Jasper rió y luego saltó, de nuevo, —Vete ya, o van a romper la casa de mis padres.

—Vámonos.—gritaban.

—Ya vámonos.—seguían ambos.

—Te veré en el altar.—sonrió acercándose a la ventana.

No supe que responder, —Yo seré la de blanco.

—Eso fue convincente.—rió un poco antes de saltar e irse con sus hermanos luego de una mini pelea amistosa.

—¿No te dije que descansaras?—regañó Alice maquillándome.

—Lo lamento, tuve una pesadilla, nervios de novia, supongo.—excusé parpadeando pesadamente.

—¿Quieres una mano?—llegó Rosalie.—Le haré el peinado...mira, Aby no me ofende tu elección de novio...

—Pero si mi elección de vida, la inmortalidad y todo eso.—adiviné.

—Ajá, exacto.—sonrió y se enfocó en mi cabello.

—Bodas, pueden unir a todos.—Alice hizo un pequeño abrazo grupal.

—¡Alice! ¡Aly! ¡Rosalie!—escuché a mi tía hablar.

—¡Aquí, tía Lyra!—respondí.

Ella entró y la miré sonriendo, soltó un pequeño chillido de emoción, —¡Oh por Merlín! ¡Aly! Te ves hermosa. Ay cariño...oh mi maquillaje.

Alice le tendió un pañuelo y ella le agradeció el gesto, luego llamó a Charlie.

—¿Están seguras? No quiero...—igual entró, lo vi sorprendida, —Ya sé, me veo sexy.

—Quería que tengas algo azul, y algo viejo.—empezó mi tía

—Además de Lyra.—bromeó Charlie.

—Ja, gracioso.—se quejó mi tía, —Era de tu abuela, materna. Pero le añadí los zafiros, ya sabes, Lynette aún es pequeña y tú naciste primero, además ya te casas, la herencia siempre iba a ir para ti.

Era un pequeño accesorio, para el moño, una peineta que era simplemente hermosa.

—Es hermoso, gracias. Vaya, muchísimas gracias.—me senté y Alice la colocó en el moño.

—Tu primera joya de familia, pasará a tu hija, y a su hija...

Traté de no estar triste, Alice y Rosalie lo notaron, ellas también se veían igual.

Mi tía ya estaba casi que llorando.

—¿Listos? Es hora del ¡Vestido!—Alice trató de romper la tensión, sostenía una bolsa grande blanca donde dentro iba el vestido de novia.

Mi tía chilló emocionada y dio pequeños aplausos.

—¿Ashly?—escuché a mi madre.

¿Estoy alucinando?

—¿Mamá?—pregunté confusa, —¿Qué haces...hacen aquí?

—No nos íbamos a perder tu boda.—contestó mi padre, sonriendo un poco.

Cómo si nunca se hubieran perdido nada.

—Pensé que iban a estar en el hospital, siempre, siempre paran ahí.

—Lo sabemos, cariño, pero es tu boda, y aún no puedo creer que ni si quiera conozcamos a tu prometido.—regañó mi madre.

—Por lo mismo, siempre estaban en el hospital...

—Oh ya te lo dieron.—chilló mamá y se acercó a mi peinado, observando la peineta.

—Si, tía Lyra me lo dio.—respondí reincorporándome.

—Íbamos a ver el vestido.—explicó Rosalie, rompiendo un poco el hielo.

—El vestido, que bueno.—fue lo único que mi padre dijo, supe que no tenía palabras que decir.

—Aby.—llamó Charlie, cuando ya estaba cambiada e iba a salir directo al altar.

—¿Si, papá?—acomodé un poco el ramo.

—¿Estás segura de que sea yo quien te lleve? Digo, tu padre está aquí y lo común es que ellos lleven a sus hijas.

—Lo sé, pero tú eres como mi padre, además el no sé lo ganó, tú si, el casi nunca estuvo conmigo. Así que no te preocupes.

—Aly, ¿Lista para que lo hagamos?—llegó mi padre, de quien hablábamos.

—¿Lista para que?—fruncí el ceño.

—Para salir al altar.—dijo como si fuera demasiado obvio.

Carajo.

—Oh, de hecho Charlie me llevará.—hice una mueca de incomodidad, —Lo decidimos desde que tenía planeado casarme, no pude contactarte en el hospital así que lo coordiné con el, lo lamento.

Esto si se puso incómodo.

—Oh, si, está, está bien. Yo, entonces, iré, iré a sentarme. Nos vemos.—se dio la vuelta.

—Adiós...eso fue muy incómodo.—me dirigí a Charlie.

—Si, no se para quien fue más.—Charlie suspiró, —¿Lista?

—No dejes que me caiga.—respiré profundo, tratando de combatir con mis enormes nervios.

—Jamás.—entrelazó mi brazo con el suyo y empezamos a avanzar.

El lugar de la boda era frente a la casa de los Cullen, en el "patio" era enorme y me gustó lo que hizo Alice, todo estaba al aire libre, con colores y mucha naturaleza. Simplemente era hermoso.

Avanzaba con Charlie, yo estaba muy nerviosa pero les sonreía a los invitados, y ellos a mi, suspiraba de vez en cuando, tratando de tranquilizarme, ahora solo tenía que avanzar de frente para llegar a Edward, el sonreía, y me brindó la seguridad que necesitaba, le sonreí y solo lo miré a él porque sabía que si miraba a alguien más, me pondría nerviosa.

Charlie besó mi frente y luego le dio mi mano a Edward, me estaba dejando con el, los demás se sentaron y el sacerdote empezó a hablar:

—Señoras y señores, estamos aquí reunidos en este grandioso día para presenciar la unión de Edward Cullen y Ashly Mendoza. Repitan después de mi.—se giró hacia Edward, —Yo, Edward Cullen.

—Yo, Edward Cullen.—repitió el vampiro frente a mi.

—Te tomo a ti, Ashly Mendoza.—siguió el sacerdote.

—Te tomo a ti, Ashly Mendoza.—repetía mirándome, yo podía desmayarme ahí mismo, —Para amarte siempre, en las buenas y en las malas, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en el dolor. Amarte, atesorarte, por el resto de nuestros días. Acepto.

—Bien, ahora, repita después de mi.—el sacerdote me miró, —Yo, Ashly Mendoza.

—Yo, Ashly Mendoza.—repetí sin quitar la mirada del cobrizo.

—Te tomo a ti, Edward Cullen.

—Te tomo a ti, Edward Cullen. Para amarte siempre, en las buenas y en las malas, en la salud y en el dolor, en la riqueza y en la pobreza. Amarte, apreciarte, por el resto de nuestros días.—sonreí de felicidad, —Acepto.

—Te amo.—me dijo juntando nuestras frentes.

—Yo te amo.—lo besé, y escuché los aplausos y los chillidos de los demás a lo lejos, pero para mi solo éramos Edward y yo juntando nuestros labios, no había nadie más.

Cuando nos separamos vi a todos sonriendo y aplaudiendo aún más fuerte, se levantaron y yo les sonreí, al igual que Edward.

Ahora estaba sonando la música, música de la fiesta luego de la boda, los demás paseaban o bailaban.

—Hola amigo.—llegó Seth y Edward y el se dieron un pequeño golpe en la espalda, —Que gusto verlos, cachorra, los felicito

—Gracias.—respondimos el cobrizo y yo al unísono.

—Espero que seas feliz, Aly.—dijo el padre de Jacob.

—Gracias, tío.—sonreí un poco, —¿Has sabido de él?

—Seguro que Jake te desea lo mejor.

—Pues yo pienso embriagarme.—llegó Charlie haciendo reír a los demás, —Están sirviendo muy buena champaña, Sue ¿Quieres una copa?

Charlie y Billy se fueron, y con ellos, Sue Clearwater y Seth.

—Aly.—saludó alguien, una vampira que me abrazó y me dio dos besos en las mejillas.

—Felicidades, Edward.—el otro vampiro abrazó a mi esposo y luego a mi, —Aby.

—Eleazar y Carmen ¿No?—pregunté.

—Ellas son nuestras primas de Alaska, Tanya, Kate.—presentó Edward.

—Hemos oído mucho de ti.—dijo Kate.

—Bienvenida a la familia.—felicitó Eleazar.

—¡Aly!—escuché a alguien gritar, me volteé y vi a Bree venir hacia mi.

—¡Bree!—exclamé y la abracé, —Te extrañé mucho, pequeña.

—Y yo a ti.—sonrió y se separó.

—Ojos dorados, me alegra que te hayas adaptado.—sobé sus hombros.

—Si, no fue muy fácil pero lo logré, felicidades por su boda. Van a ser muy felices, lo sé porque los veo a Edward y a ti como una figura paternal y maternal.—volvió a abrazarme y besé su cabeza.

—Irina, ven, te presento a Ashly.—llamó Carmen a otra vampira de cabello rubio, supongo que hermana de las otras dos rubias.

Se acercó hacia Carmen, —No quiero hacer esto...

—Lo prometiste.—regañó Tanya.

—Invitaron a uno.—la vista de Irina viajó a Seth.

—Irina, es nuestro amigo.—defendió Edward.

—Mataron a Laurent.—lamentó la rubia.

—Trató de matar a Ashly.—seguía Edward queriendo hacer entender a su prima, y ahora a la mía.

—De eso no me convences.—se acercó a su primo, —El quería ser como nosotros, vivir en paz con los humanos, y conmigo.

—¡Irina!—llamaron las rubias cuando su hermana se fue.

—Bueno no hay que abrumar a la novia, felicidades.—dijo Eleazar y luego los cuatro se fueron, murmurando un "lo siento"

—Perdónala, cuando estuve en Alaska Irina me dijo que Laurent y ella eran algo como novios, ella estaba enamorada.—la adolescente hizo una mueca.

—No te preocupes.—volví a besar su cabeza, —Ve por ahí, diviértete.

Se fue corriendo a paso humano hacia cualquier lugar.

Edward me agarró de la cintura mientras sonreía un poco, —¿Qué es una boda, sin dramas familiares?

—Si...—suspiré.

—¿Ashly?—llegaron mis padres.

—Hola.—saludé apretando un poco el terno de Edward por nerviosismo, la parte de atrás.

—Felicidades.—mi madre me abrazó.

—Esperamos que sean felices, aunque aún no te conozcamos del todo.—sonrió mi padre.

—Pero si Ashly hizo esto, es porque la haces demasiado feliz.—terminó mi mamá.

—Soy Edward, Edward Cullen.—se presentó el vampiro sonriendo y dándole la mano a mis padres.

—Emmett va a ser el primero, hay que ir.—apresuré a irnos, esto estaba siendo algo incómodo.

꧁——————꧂

Author's note:

¡Hola bbs! ¿Cómo andaaan?

Por estar ocupada con Ginny y el príncipe mestizo casi me olvido de esta saga 😭

Pero ya empezamos con la penúltima entrega de Into you AAAAAAAAA.

JSKAJAKAJAKAJ bueno espero de verdad que les esté gustando.

Gracias x todo. Lxs amo <3

Att: 𝙰𝚕𝚒𝚜𝚜𝚘𝚗 ♡︎✍︎

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top